martes, 21 de noviembre de 2006

(bueno, vale, como a parte de mi propio comentario hay dos más de gran intensidad ludico-cultural, descubro algo más de la apasionante, por no decir otra cosa, vida del artista multidesconocido J Reenviado).

Capítulo 2
El matrimonio (padres de J Reenviado), de clase media alta-baja, algo torcida por el ángulo izquierdo, poseía terrenos cerca de sí mismo para no tener que andar mucho. Salían, cuando salían, y allí estaban los terrenos: llanos, planos, sanos, espartanos. Pero cuando empezó la guerra se los vendieron porque la guerra tenia que pasar por allí. Y les dieron un dineral. Y podían ver la guerra desde el balcón de casa y aplaudir y hacer apuestas y luego ver el resumen por televisión.
Fue una época dura, especialmente para J Reenviado, aunque los biógrafos no explican porqué.

3 comentarios:

Senyor Ventura dijo...

En propers capítols esbrinarem qui va guanyar la guerra? O és només una trama secundària?

peixitu dijo...

Y esos terrenos llanos, planos y espartanos.... son construïbles?

beethoven dijo...

Leído y meditado.
Ahora entiendo todo el proceso, desde la Misa de los Pobres hasta el más reciente Cage.
Querido Blogger, tus datos, tu finísimo sentido de la percepción y, por que no, tu diestro manejo de las palabras, me han enseñado una cosa: siempre que intervengamos con comentarios en un proceso crítico, el resultado será el de una ampliación de los conocimientos tangenciales, que no los colaterales.
"Alimenta el vientre y huye de la tierra húmeda", dice el proverbio lituano (yo añadiria "y del agua estancada").

Firma:
Un León saciado.