domingo, 21 de agosto de 2011

CAPÍTULO DECIMONOVENO EN PLENO

La madre de J Reenviado, o el padre -porque hay teorías dispersas sobre la paternidad de J Reenviado como la del Dr. Ferdinand Rebuscado que asegura que el padre podría ser cualquiera, como yo mismo siendo yo mismo yo mismo u otro- pensó varias veces, entre dos y ciento nueve, la posibilidad de dar a luz un artista. Pero siendo avara de naturaleza, procuró no dar nada y si lo dio fue sin pensarlo bien porque pensarlo varias veces, entre dos y ciento nueve, le producía mareos y mucho hielo en el congelador.

Por este motivo y algunos más que corresponden a otras biografías, la madre de

J Reenviado no intuía que su hijo, una vez nacido, sería muy visible, detalle que la madre de J Reenviado atribuía a personalidades no-artística, entre otras razones, porque la madre de J Reenviado nunca había visto un artista.

viernes, 8 de enero de 2010

CAPÍTULO DECIMIOCTAVO DONDE SIGUE SIN APARECER GUSTAVO

Y PASÓ EL MOMENTO. Y pasó en autobús, un autobús sin número porque sólo había presupuesto para el conductor. Así pues, pasó el conductor y J Reenviado no estuvo allí para contarlo lo que le inspiró una sonata desprovista de interés pero crucial para el desarrollo de la danza contemporánea del suroeste de los paises del este de la parte norte del sur de la periferia del lateral arqueado. Y la danza exigió música y J Reenviado se la puso aunque se la puso al revés y las manos aleatorias aplaudieron al azar y también a J Reenviado. Y hubo risas y gritos y cánticos y truenos estruendosos y girasoles con tortículis. Y un calambre. Y las generaciones posteriores reaccionaron de tal manera que no pudieron desprenderse de la influencia desprendida de J Reenviado y su sonata sin interés pero con aureola doméstica. Y fué así o de otra forma que no es de recibo comentar como J Reenviado cambió la historia de la danza contemporánea por no haber cogido el autobús aquella noche soleada. Y cuando cumplió años, 33 o 45, porque los cumplia inexactos, le cantaron cumpleaños fatal, lo que confundió a su madre, que todavía no lo había tenido pero se lo estaba pensando. Y confundida, continuó pensando.

viernes, 19 de junio de 2009

CAPÍTULO DIECISIETE O DE COMO PERDIÓ UN CASSETTE

J Reenviado es prolífero en reacciones pormenorizadas de indescifrables consecuencias geoinscandescentes. Pero no podemos detallar todo lo que J Reenviado es. Y no podemos por razones de peso, ya que las razones de poco peso, al salir volando por su escasa masa, se perdieron para siempre, y así no se puede estudiarlas ni nada.

La primera composición electro-retroactiva de J Reenviado data de 1983 antes de Cristo (Cristo, su tortuga diabética, que nació el año siguiente) según Lucien de Rubempré. Es una pieza aleatoria de difícil duración y escasa escucha debido a volúmenes infrabajitos que sólo las tortugas pueden escuchar, corriendo el riesgo de volverse diabéticas incluso de volverse a reencontrar y no saberlo. Como todas las electro composiciones de las últimas tres glaciaciones, se inspiraba en el Clave bien temperado de J. S. Bach. Tuvo un éxito relativamente discreto, ya que en esa época no estaba bien visto tener un éxito rotundo. Todo lo rotundo estaba mal visto porque nadie había inventado todavía las gafas de ver bien lo rotundo. Se inventaron más tarde, pero nadie inventó las gafas para ver las gafas para ver bien lo rotundo. Y nadie las vió.

Así que compuesta la primera composición se dedicó por completo a respirar hondo y la volvió a componer, pero ya no le salió igual y tuvo una crisis aguda, y en ocasiones esdrújula, que condicionó, y mucho, sus clases de gimnasia de bolsillo. Debido a la crisis que lo torturaba, la denunció por torturadora y perdió (perdió la crisis, que junto con las gafas de ver bien lo rotundo y un cassette de Les Compagnons de la Chanson, nunca más volvió a ver, ni bien ni mal). No compuso más hasta el día siguiente, incluso antes, siendo antes antes de todo lo dicho, lo que entra en contradicción con lo expuesto hasta ahora pero no por ello lo refuta ya que la contradicción, cuando es hacia atrás, se contradice a sí misma creando flujos de corriente contra corriente nada contradictorios sinó todo, o casi todo, lo contrario y viceversa. Además, puede que contradiga lo dicho hasta ahora, pero no lo dicho mañana, porque al no saber que será dicho mañana difícilmente puede ser contradecido hoy, aunque cosas más difíciles se han visto, como: democratizar la democracia, saltar con glamour o vociferar bajo el agua.

Y de momento basta.

sábado, 28 de febrero de 2009

CAPÍTULO 16 (ya veréis)

Pues , J Reenviado despuntó y luego terminó de cenar. Sus dotes como rapsoda de lejos cruzaron el atlántico y no volvieron, así que no recuperó sus dotes pero nadie se lo recriminó jamás, ni siquiera Ernesto Pérez Filigrana, el famoso físico nuclear que años después de la supuesta muerte de J Reenviado, compró un apartamento en la costa sin parpadear y tampoco nadie se lo recriminó, ni siquiera J Reenviado, supuestamente muerto y sin parpadear.

Las circunstancias político-ambientales de la época obligaron a los padres de J Reenviado a ejercer de padres una vez enjendrado su hijo e incluso a darle un nombre, hecho que no gustó al padre paterno de J Reenviado, poco acostumbrado a dar nada y menos nombres. Afortunadamente para la madre, cuando su hijo nació ella ya había nacido, cosa que facilitó mucho el parto hasta el extremo de que el hijo nació con nombre.

Por supuesto, estos hechos estan contratados y tienen la misma vigencia y consistencia que la opinión de un tertuliano o las declaraciones de un tránsfuga.

Dicho esto habría que decir otras cosas, pero no ahora.

sábado, 16 de agosto de 2008

CAPÍTULO 15 Y UN ESGUINCE (de bonus track)

Vayamos al grano, que los otros destinos eran mucho más caros e inseguros por citar dos cosas que eran.

J Reenviado ya despuntó en su juventud cuando formaba parte del famoso Grupo de los Seis. Decimos "famoso" porque había otro grupo también de seis mucho más famoso conocido como el mucho más famoso Grupo de los Seis. Tan famoso que casi eran siete.

A lo que íbamos. La notoriedad de J Reenviado en el Grupo de los Seis fué tal que bien pronto dimitió para empezar una brillante a la vez que deslumbrante pero nunca efervescente carrera pictorico-musical y sofística en solitario. Al dimitir, el grupo se refundó y se rebautizó como el famoso Grupo de los Dos (J Reenviado valía por cuatro) alcanzando un impacto discreto y una taza de té situada encima de un armario rococó.

Así pues, una vez iniciada su andadura la terminó con una exposición de autoretratos anónimos de perfil, que impresionaron a la crítica de la época. La crítica era Maria Esperanza Ruedacabezas, crítica a la vez que persona gastronómicamente capaz. Ella fue crucial en la carrera de J Reenviado, aunque él nunca lo supo y ella nunca lo quiso.

Del esguince del título los biógrafos no dicen nada, vamos a probar con los radiólogos, a ver si hay más suerte.

miércoles, 30 de julio de 2008

CAPÍTULO 14 (sin rima por falta de presupuesto)

Sí, lo confesamos de nuevo, porque confesar dos veces es algo distinto a confesar y eso podría arrojar luz sobre el tema tratado, aunque no mucha luz ya que, como anticipa el título, no hay presupuesto y menos para luz (¿para cuando títulos que no anticipen?)

Sí, insistimos (y ya van tres), a J Reenviado le llegó la notoriedad notablemente tarde, entre las diez y las once. Es por esto que existen biografías basadas en personalidades que concierom a J Reenviado antes de hacerse famoso, incluso antes de hacerse. Vecinos, por ejemplo. La eminente antropologotica profesora de la escuela de Viena, Ingrid Wolgfang von van de Kerfov jr, Ingrid para los expertos, defendió la teoría, inédsta hasta entonces, de que J Reenviado era una proyección edipoparafreada de los vecinos de un barrio muy afectado por el hecho de no contar, entre ellos, con una figura del calibre de J Reenviado. Teoría esta que Ingrid defendió con intensidad rubia y paradigmas extraídos de la gastronomía japonesa. Más trade defendió a su tortuga porqué una nube la atacaba.

¿Es J Reenviado una alucinación vecinal? ¿Es un vecino una reinvención alucinada? ¿Es esto una pregunta? ¿Es posible que el final de este capítulo coincida con el final de esta pregunta?

jueves, 12 de junio de 2008

CAPÍTULO TRECE, AGARRA PERO NO CUECE

No sólo fue acusado J Reenviado de falsedad de catarro sinó que también lo acusaron de extorsión dionisíaca en sol menor, hecho que le provocó un catarro de dimensiones científicas. Pocos por no decir "orangután", "hincapié" o "pluscuanperfecto", porque no viene al caso, lo defendieron. En esa época, callar, especular y lucir opiniones psicomayoritarias era lo que se llevaba. Y se llevaba bien. Y aún así, hubo una contra voz que transgredió la uniformidad neoparlante hasta el extremo de componer en estilo barroco nueves suites para violoncelo copiadas de las de J.S.Bach, pero sin violoncelo. Nueve suites donde se simbolizaba la injustica de las institucines, lo incomprensible del engranaje politicoreproductivo y lo mal que funcionaban los bolígrafos de punta fina en esa época del año. Afortunadamente para la autoridad impresionable, los símbolos no estaban de moda en aquél entonces y nadie los interpretó provocando problemas semioticocapilares en los pensamientos más estereotipados del compositor cuyo nombre no ha sido revelado jamás porque suena muy mal y estropea cosas. Todo esto según el eminente Dr. Rupert Sasún, de la Fundación Neumónico-Capilar de Innsbruck, tocando al mar por la costa, cerca de Cádiz, pero sin mirar atrás.

Porque, hay que confesarlo, el talento de J Reenviado no fue valorado en su justa medida (13 metros 27 centímetros de los de antes) hasta mucho después, sin concretar demasiado cuanto después. La respuesta a ello ("ello" según la traducción croata, "olla" según la búlgara y "protuberancia" según la Asociación en Defensa de las Protuberancias) está en la escucha atenta de las variaciones Goldberg durante seis semanas sin apareamiento de ningún tipo, ni cóncavo ni morfológico. Lamentablemente es una respuesta a una pregunta formulada décadas después, como la mayoría de grandes respuestas, como por ejemplo: las doce y cuarto; esa señora; o al fondo a mano derceha, que también son grandes respuestas pero sin la trascendencia conceptual de otras como: metafísica aristotélica; psicoanálisis; garrapata.