jueves, 12 de junio de 2008

CAPÍTULO TRECE, AGARRA PERO NO CUECE

No sólo fue acusado J Reenviado de falsedad de catarro sinó que también lo acusaron de extorsión dionisíaca en sol menor, hecho que le provocó un catarro de dimensiones científicas. Pocos por no decir "orangután", "hincapié" o "pluscuanperfecto", porque no viene al caso, lo defendieron. En esa época, callar, especular y lucir opiniones psicomayoritarias era lo que se llevaba. Y se llevaba bien. Y aún así, hubo una contra voz que transgredió la uniformidad neoparlante hasta el extremo de componer en estilo barroco nueves suites para violoncelo copiadas de las de J.S.Bach, pero sin violoncelo. Nueve suites donde se simbolizaba la injustica de las institucines, lo incomprensible del engranaje politicoreproductivo y lo mal que funcionaban los bolígrafos de punta fina en esa época del año. Afortunadamente para la autoridad impresionable, los símbolos no estaban de moda en aquél entonces y nadie los interpretó provocando problemas semioticocapilares en los pensamientos más estereotipados del compositor cuyo nombre no ha sido revelado jamás porque suena muy mal y estropea cosas. Todo esto según el eminente Dr. Rupert Sasún, de la Fundación Neumónico-Capilar de Innsbruck, tocando al mar por la costa, cerca de Cádiz, pero sin mirar atrás.

Porque, hay que confesarlo, el talento de J Reenviado no fue valorado en su justa medida (13 metros 27 centímetros de los de antes) hasta mucho después, sin concretar demasiado cuanto después. La respuesta a ello ("ello" según la traducción croata, "olla" según la búlgara y "protuberancia" según la Asociación en Defensa de las Protuberancias) está en la escucha atenta de las variaciones Goldberg durante seis semanas sin apareamiento de ningún tipo, ni cóncavo ni morfológico. Lamentablemente es una respuesta a una pregunta formulada décadas después, como la mayoría de grandes respuestas, como por ejemplo: las doce y cuarto; esa señora; o al fondo a mano derceha, que también son grandes respuestas pero sin la trascendencia conceptual de otras como: metafísica aristotélica; psicoanálisis; garrapata.

2 comentarios:

ingrid dijo...

Tengo un vecino que, aún siéndolo, no acaba de ser vecino, más que nada porque no vive ni cerca ni lejos ni al lado ni enfrente de mi casa, que en ocasiones oculta y a veces muestra, una verruga en el omoplato izquierdo de su esposa, que no acaba de ser su esposa porque es un primo segundo iraní que le vista de vez en cuando (teniendo en cuenta que "de vez en cuando" en iraní arcaico significa "si lo sé no vengo" en honor a Javier Sardà, a pesar de ser en realidad un homenaje a su señora hermana Maria Rosa, pero usando al congénere para evitar mostrar signo de admiración alguno hacia un fémina mayor de 0 años). Pues tan oportunista verruga, verruga inteligente por otro lado, un lado imposible de procesar por un cerebro humano razonablemente sano, recordaba estética, sonora y sospechosamente a una semigarrapatea mal ejecutada, personificada y sostenida en un pentagrama de infinitas rayas. ¿Pueden ser la verruga velluda y J Reenviado, la misma cosa?

Siento no hacer avanzar la historia, pero, tras leer la biografía inacabada de J Reenviado, era tan grande la angustia por albergar tal duda, que he creído necesario compartirla contigo. Y si no necesario, justo. Gracias.

ingrid dijo...

Releyendo mi propio comentario, en un ataque de egocentrismo, me ha parecido necesario destacar que "Si lo sé no vengo" fue un programa de televisión presentado por el alter ego de Rosa Maria Sardà, que en aquella época resultaba ser el mismísimo Jordi Huratdo disfrazado de Maria Rosa. Una Maria Rosa elegida al azar. Vale. Ya está.